
Sinhogarismo y personas LGTBI+: un desafío doble en la sociedad actual
El sinhogarismo, o el hecho de vivir sin un techo bajo el cual resguardarse, es una de las problemáticas más críticas y visibles de la desigualdad y la marginación social. Esta situación afecta a millones de personas en todo el mundo, cada una con su propia historia y circunstancias que las llevaron a tal adversidad. Sin embargo, hay comunidades que enfrentan aún más barreras y prejuicios que otras. Entre ellas, cabe destacar a las personas LGTBI+.
Los desafíos que tienen que afrontar las personas LGTBI+ son múltiples: desde la búsqueda de un empleo donde no se les discrimine, hasta encontrar refugio o alojamiento donde su identidad u orientación sexoafectiva no sea motivo de violencia o rechazo. Y si a esto le añadimos la complejidad de ser migrante, la historia se complica todavía más.
Historia del sinhogarismo en la comunidad LGTBI+
La comunidad LGTBI+ ha enfrentado históricamente la exclusión y el rechazo, conduciendo a muchos de sus miembros a situaciones de sinhogarismo. Durante la primera mitad del siglo XX, las identidades homosexuales y transgénero eran etiquetadas como trastornos mentales, generando marginación y ostracismo.
Aunque los años 60 y 70 vieron un auge del activismo y una mayor inclusión, muchos jóvenes aún eran expulsados de sus hogares por sus propias familias. La crisis del SIDA en los años 80 y 90 intensificó la situación debido al estigma asociado al VIH.
En el siglo XXI, pese a los avances hacia una mayor aceptación, persisten los desafíos. Las personas trans enfrentan una discriminación muy notable, sobre todo en el ámbito laboral. Además, las personas migrantes LGTBI+ lidian con una doble vulnerabilidad debido tanto a su condición como persona LGTBI+ como a su condición de persona migrante, lo que incrementa considerablemente su riesgo de sinhogarismo.
Sinhogarismo y personas LGTBI+ en la actualidad
Aunque ha habido avances significativos en la aceptación y reconocimiento de derechos de las personas LGTBI+ en muchos países, el sinhogarismo sigue siendo un problema persistente y desproporcionado para la comunidad LGTBI+. Además, la intersección de varias vulnerabilidades, como el género, la orientación sexual, el origen étnico y la condición migratoria, puede exacerbar aún más la precariedad y el rechazo social.
Un panorama global
En un contexto global, las personas LGTBI+ se enfrentan a situaciones de discriminación y violencia en numerosos países, desde legislaciones que penalizan la homosexualidad hasta sociedades donde ser abiertamente LGTBI+ puede ser una sentencia de muerte. Muchas personas migrantes huyen de sus países de origen buscando refugio y una vida mejor. Pero, al llegar a su destino, se encuentran con más discriminación y falta de redes de apoyo, lo que eleva considerablemente el riesgo de sinhogarismo.
Sinhogarismo entre jóvenes LGTBI+
Diversos estudios han demostrado que los jóvenes LGTBI+ tienen un riesgo significativamente mayor de terminar viviendo en la calle que los jóvenes heterosexuales y cisgénero. Esta triste realidad se debe a múltiples factores, siendo uno de los principales el rechazo familiar. A pesar de la creciente aceptación social, todavía hay familias que no aceptan la identidad de género u orientación sexoafectiva de sus hijos, llevándolos a ser expulsados de sus hogares.
Mujeres LTBI+ y sinhogarismo
Las mujeres, y en particular las mujeres trans, enfrentan desafíos únicos y mayores riesgos cuando se trata de abordar el sinhogarismo. Con frecuencia, las mujeres trans enfrentan una doble discriminación, tanto por su identidad de género como por carecer de un hogar seguro. Además, en muchos casos, también suelen enfrentar barreras adicionales al intentar acceder a refugios o servicios para mujeres debido a prejuicios y falta de comprensión sobre las identidades trans.
Sinhogarismo en personas LGTBI+ mayores de 65 años
Las personas LGTBI+ mayores de 65 años que se ven abocadas a vivir en la calle constituyen una realidad preocupante. Estas personas crecieron en tiempos de discriminación severa, lo que a menudo conllevó en la pérdida de apoyos familiares y comunitarios. A medida que envejecen, estas personas enfrentan mayores desafíos de salud y aislamiento, intensificados por el temor a la discriminación al acceder a servicios para mayores.
Causas y las posibles soluciones al sinhogarismo en personas LGTBI+
El sinhogarismo entre la comunidad LGTBI+ se origina en gran medida por la discriminación y el rechazo familiar, que a menudo culmina en la expulsión del hogar. Ante esto, una posible solución es integrar educación sobre identidad de género y diversidad sexoafectiva en los currículos escolares y llevar a cabo campañas de concienciación para la población general.
Así mismo, las inequidades económicas, exacerbadas por la discriminación laboral y el acoso escolar, llevan a la inestabilidad financiera de muchas personas LGTBI+. Frente a esto, programas de empleo y formación específicos constituyen una buena herramienta hacia la estabilidad económica de estas personas.
Por otro lado, la violencia y la persecución en algunas regiones exige que los gobiernos instauren y refuercen leyes anti-discriminación y que apoyen a personas migrantes y refugiadas LGTBI+. Además, la salud mental, afectada por la discriminación y la falta de servicios, necesita un acceso garantizado a la salud y a programas de prevención y tratamiento de adicciones.
Por último, la carencia de refugios y servicios inclusivos amplifica el riesgo de sinhogarismo en personas LGTBI+. Los refugios inclusivos, centros de recursos LGTBI+, así como promover comunidades inclusivas, son esenciales para crear un ambiente de apoyo seguro y sostenido en el tiempo.
Migración y LGTBI+: confluencia hacia el sinhogarismo
La migración, presente desde el inicio de la historia humana, se erige hoy como un factor determinante del sinhogarismo entre las personas LGTBI+. Mientras que la persecución, la discriminación institucionalizada y el rechazo social en los países de origen empujan a muchas personas LGTBI+ a buscar refugio en otros países, la llegada a estos destinos no siempre garantiza una vida más fácil o segura.
Con frecuencia, las personas LGTBI+ migrantes enfrentan una doble discriminación en los países de acogida, siendo juzgadas tanto por su estatus migratorio como por su identidad de género u orientación sexoafectiva. Esta situación complica la búsqueda de empleo, vivienda y acceso a servicios básicos.
Al migrar, muchas personas LGTBI+ pierden sus redes de apoyo. En el país de acogida, suelen enfrentarse a barreras legales y a la falta de reconocimiento de sus derechos. Esta situación se complica todavía más si no hay un sistema legal para solicitudes de asilo basadas en la persecución por orientación sexoafectiva o identidad de género.
Para enfrentar estos retos, es crucial que las naciones de acogida adopten medidas proactivas para garantizar que las personas migrantes LGTBI+ no solo estén protegidas de la persecución, sino que también tengan acceso a oportunidades y servicios que les permitan integrarse plenamente en las sociedades de los países receptores y poder vivir con dignidad.
Fuentes y recursos utilizados: