Por Enrique Arriols | Voluntario Arcópoli

El acoso escolar es una realidad devastadora que afecta a estudiantes en todo el mundo. Dentro de este fenómeno, el acoso motivado por LGTBIfobia representa una forma particularmente perversa de violencia que agrede la dignidad y la integridad de personas jóvenes que se identifican o son percibidas como parte de la comunidad LGTBI+. El Día Internacional Contra el Acoso Escolar, celebrado cada 2 de mayo, nos brinda una oportunidad crucial para reflexionar y reforzar nuestro compromiso en la lucha contra esta forma de acoso.

 

La realidad del acoso escolar LGTBI+

El acoso escolar LGTBI+ es una manifestación de discriminación que surge no solo entre los propios estudiantes, sino también a través de estructuras y prácticas institucionales que pueden ser menos visibles pero igualmente dañinas. Este tipo de acoso se manifiesta de varias formas, desde el insulto y el rechazo verbal hasta la exclusión social y la violencia
física, pasando por formas más sutiles pero profundamente erosivas de estigmatización y marginalización.

Con frecuencia, la realidad del alumnado LGTBI+ en los centros educativos está marcada por un sentimiento de inseguridad y miedo. Este alumnado suele sufrir amenazas constantes a su bienestar, lo que afecta de forma grave a su capacidad para concentrarse, participar y tener éxito en el entorno académico. La ansiedad y el estrés crónico que resultan del acoso
pueden llevar a consecuencias psicológicas duraderas, incluyendo depresión y baja autoestima.

Uno de los principales problemas asociados al acoso escolar motivado por LGTBIfobia es la invisibilidad de ciertas agresiones. Por ejemplo, el uso de lenguaje homófobo y tránsfobo en el aula o en los pasillos puede normalizarse hasta el punto de que no se reconoce como acoso. Además, los y las estudiantes LGTBI+ a menudo sienten que sus experiencias son minimizadas o ignoradas por los adultos que representan la autoridad en los centros educativos, lo que, en muchos casos, puede conllevar la falta de intervenciones efectivas.

Esta problemática se suele ver intensificada a causa de la interseccionalidad de las identidades LGTBI+. En este sentido, el alumnado que pertenece a múltiples grupos que pueden llegar a ser objetivo del acosos escolar (como puede ser el colectivo LGTBI+ y ser una persona racializada y/o migrante), puede experimentar capas adicionales de discriminación que complican todavía más su situación. Esta tesitura suele mermar aún más su capacidad de buscar y recibir apoyo.

Frente a esta realidad, es crucial reconocer que la lucha contra el acoso escolar LGTBI+ no puede limitarse a intervenciones puntuales. Por el contrario, debe incluir un cambio proactivo en la cultura escolar. Un cambio que promueva la aceptación, el respeto y la celebración de la diversidad.

Por ello, se requiere una educación integral que no solo se centre en la tolerancia, sino que aspire a una comprensión y apreciación genuinas de todas las identidades. Esta educación debe ser parte integral de la educación y estar respaldada por políticas escolares claras que protejan a los estudiantes LGTBI+ de cualquier forma de discriminación y/o acoso.

 

La importancia de los talleres educativos de sensibilización a la comunidad educativa sobre diversidad sexual y de género.

La intervención a través de talleres educativos es fundamental en la lucha contra el acoso escolar con motivación LGTBIfóbica. Estos talleres no solo buscan informar, sino transformar al alumnado haciéndole partícipe de las realidades de las personas LGTBI+ y de las necesidades especiales que requieren debido a la tesitura particular que afrontan.

Sin embargo, en muchas ocasiones, es necesario abordar los talleres desde la ausencia de conocimientos más básicos de las realidades LGTBI+. En este sentido, en muchos casos nos enfrentamos a la negación de las realidades LGTBI+ que algunos estudiantes pueden manifestar, un reflejo de una falta de conocimiento sobre la discriminación histórica y los desafíos actuales que enfrenta el colectivo. Combatir esta ignorancia es esencial, no solo educando sobre el pasado, sino también sobre la realidad presente de la comunidad LGTBI+ en España y en diferentes lugares del mundo.

Así mismo, hay que recalcar que no todos los estudiantes reciben estos talleres de manera positiva. Algunos sienten que la información que se les proporciona es impuesta, y rechazan la idea de que se les fuerce a cambiar su “opinión”. De hecho, este es uno de los puntos que puede llegar a representar un verdadero desafío para las personas encargadas de realizar los talleres. Algunos miembros del alumnado piensan que tienen derecho a tener una opinión válida a favor de la discriminación, ya que toda opinión debe ser respetada haga o no daño a otras personas. En este sentido, argumentan que eso es problema de la otra parte. En definitiva, se justifica la discriminación argumentando que la libertad de
pensamiento y de opinión debe ampararla.

¿Cómo se combate todo esto? Con la información que se transmite en los talleres. Rebatiendo todas las noticias falsas que se comentan en el aula, explicando la realidad del colectivo LGTBI+ en la actualidad y en el pasado, y explicando que no todas las opiniones son respetables por el hecho de ser una opinión. Por ejemplo, cuando dicha opinión atenta directamente contra los Derechos Humanos básicos.

 

Formación del personal docente

Más allá de la importancia de la educación del alumnado a la hora de prevenir y solucionar el acoso escolar motivado por LGTBIfobia, la capacitación del profesorado también es crucial en esta tarea. Profesores y profesoras no solo imparten conocimientos, sino que también actúan como protectores y modelos a seguir. Para desempeñar estos roles frente al
acoso por LGTBIfobia, necesitan una preparación adecuada, conocimientos específicos y habilidades prácticas.

En este sentido, es vital que los y las docentes comprendan la LGTBIfobia y sus manifestaciones en los centros educativos, incluyendo las complejidades de la orientación sexual e identidad de género. Además, es imprescindible que la formación abarque también aspectos históricos y culturales de las personas LGTBI+ para enriquecer su marco de comprensión y aplicabilidad en el aula.

El profesorado necesita saber cómo intervenir en incidentes de acoso LGTBI+, ofrecer apoyo emocional adecuado y manejar distintas dinámicas de aula que fomenten un ambiente inclusivo. Así mismo, deben ser capaces de implementar programas de educación y sensibilización que promuevan el respeto por la diversidad.

El éxito de la formación docente depende también del respaldo institucional, que debe ejecutarse con políticas claras y recursos que apoyen las prácticas inclusivas y la educación continua. En relación con esto, hay que entender que la formación debe ser un proceso continuo, adaptándose a las necesidades cambiantes y proporcionando a los y las docentes actualizaciones regulares sobre leyes y normativas relevantes.

Por todo ello, capacitar adecuadamente al profesorado en estos aspectos es fundamental para construir entornos educativos seguros y respetuosos para todo el alumnado, fortaleciendo así los cimientos de una sociedad más inclusiva y respetuosa para todas las personas.

 

El compromiso de toda la sociedad

En conclusión, el compromiso con la prevención y abordaje del acoso escolar LGTBI+ debe ser una prioridad inquebrantable para nuestras instituciones educativas. A través de la educación integral, los talleres de sensibilización y la formación continua del profesorado, podemos desmantelar prejuicios y construir una cultura escolar que honre y celebre la diversidad.

Este 2 de mayo, Día Internacional Contra el Acoso Escolar, recordemos que cada paso hacia la inclusión es un paso hacia un futuro más justo y respetuoso. Luchando contra el acoso escolar, podemos crear un entorno donde todas las personas se sientan seguras, respetadas y valoradas.

 

El papel de Arcópoli en la lucha contra la LGTBIfobia en las aulas.

Desde Arcópoli, hemos desempeñado un papel vital en la lucha contra la LGTBIfobia en el ámbito educativo, acumulando años de experiencia a través de nuestros talleres de sensibilización.

Nuestro objetivo ha sido siempre fomentar el respeto y la comprensión hacia la diversidad sexual y de género en las instituciones educativas, creando así un entorno seguro para todas y todos los estudiantes. Sin embargo, nos enfrentamos a un desafío significativo con la reciente modificación de las leyes 2/2016 y 3/2016 de la Comunidad de Madrid, que han eliminado por completo los artículos relacionados con la lucha contra la LGTBIfobia en el ámbito escolar.

Esta medida representa un retroceso alarmante en nuestros esfuerzos por promover la igualdad y la inclusión en la educación. Desde Arcópoli, rechazamos enérgicamente estas modificaciones y continuaremos defendiendo los derechos LGTBI+, exigiendo un compromiso claro por parte de las autoridades para garantizar una educación libre de discriminación para todos los estudiantes.

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