Desde Arcópoli, asociación LGTBI+ feminista, antirracista, democrática, laica y apartidista, con un firme compromiso con los Derechos Humanos, queremos expresar pública y rotundamente nuestra posición ante el genocidio que sufre el pueblo palestino en Gaza, una posición que no es nueva, sino que hemos sostenido desde el inicio de esta tragedia humanitaria y política.

Nuestro trabajo y activismo no se entienden sin una mirada crítica hacia las opresiones que atraviesan a los pueblos y las personas. Desde nuestra experiencia como colectivo históricamente marginado y perseguido, no podemos ni queremos callar ante lo que está ocurriendo en Palestina: la aniquilación sistemática de una población civil, bajo un régimen de ocupación, apartheid, violencia militar y deshumanización estructural.


Denunciamos el genocidio contra el pueblo palestino

Desde Arcópoli, denunciamos el genocidio que se está cometiendo contra el pueblo palestino. No hablamos de un «conflicto», porque esa palabra sugiere una simetría que no existe. Lo que presenciamos es una masacre sostenida y planificada, ejecutada por una potencia ocupante contra una población indefensa, con el amparo o la pasividad de gran parte de la comunidad internacional.

Durante meses, hemos visto cómo Gaza ha sido devastada: miles de civiles asesinados, entre ellos un altísimo número de niños y niñas; hospitales, escuelas y viviendas arrasadas; acceso bloqueado a comida, agua, medicamentos y ayuda humanitaria; periodistas y cooperantes humanitarios perseguidos o asesinados. No se trata de hechos aislados: estamos ante una violación sistemática del derecho internacional y de los más elementales principios de humanidad.

Reafirmamos que el pueblo palestino tiene derecho a existir, a resistir, y a vivir libre de ocupación, colonización y exterminio.


Los derechos LGTBI+ no pueden usarse para justificar crímenes

Como asociación LGTBI+, queremos condenar con firmeza la utilización perversa de los derechos de nuestro colectivo para justificar el genocidio del pueblo palestino. Sectores de la derecha y la ultraderecha están utilizando argumentos como “en Palestina colgarían a las personas LGTBI+” para blanquear crímenes de guerra y deslegitimar cualquier solidaridad con Palestina.

Estas narrativas no solo son falsas o manipuladas, sino que constituyen una estrategia conocida como homonacionalismo: el uso instrumental de los derechos LGTBI+ como tapadera para legitimar políticas racistas, coloniales o bélicas. Estas voces no buscan protegernos, sino usar nuestras vidas como coartada para justificar el horror.

Nos preguntamos: ¿deberían desaparecer entonces todos los países donde existe LGTBIfobia? ¿Todas las sociedades con niveles estructurales de machismo, racismo o discriminación? Esa lógica es tan peligrosa como inaceptable. Los Derechos Humanos no se defienden seleccionando a quién se le conceden y a quién se le niegan.

Desde Arcópoli defendemos los derechos de todas las personas LGTBI+, también de las que viven en Palestina, muchas de las cuales luchan contra la ocupación y contra la homofobia simultáneamente, desde una doble resistencia. Ellas también son nuestras compañeras de lucha.


Llamamos al Gobierno de España a dejar de mirar hacia otro lado

Desde Arcópoli queremos dirigirnos directamente al Gobierno de España. No es suficiente con gestos simbólicos ni declaraciones tibias. España, como país democrático y defensor —al menos en el discurso— de los Derechos Humanos, no puede seguir mirando hacia otro lado mientras se comete un genocidio en tiempo real.

Exigimos al Gobierno que se posicione con valentía, que dé un paso al frente y se convierta en un actor activo en la denuncia y el freno del genocidio en Gaza. España debe romper relaciones diplomáticas, políticas y militares con el Estado de Israel mientras se mantenga la ocupación y el exterminio del pueblo palestino, y debe presionar en todos los foros internacionales para que se exijan responsabilidades, se garantice el alto el fuego inmediato y se proteja a la población civil.

No es una cuestión de geopolítica. Es una cuestión de humanidad. Quien hoy calla, mañana será cómplice. Y quienes nos gobiernan deben estar a la altura del sufrimiento de un pueblo que está siendo exterminado ante los ojos del mundo.

Como activistas, como personas LGTBI+, como ciudadanas que creemos en la justicia, exigimos acción, no indiferencia. Exigimos coherencia, no oportunismo. Exigimos derechos humanos, no hipocresía diplomática.


No hay derechos LGTBI+ en un mundo sin justicia

Nuestro colectivo ha aprendido, a lo largo de décadas de represión, que los derechos no se otorgan: se conquistan mediante la solidaridad, la resistencia y la organización colectiva. Por eso, nuestro compromiso con los Derechos Humanos no termina en nuestras fronteras ni se limita a nuestra orientación sexual o identidad de género.

No hay orgullo si no es antirracista. No hay libertad si no es para todas. No hay paz sin justicia.

Desde el primer día, Arcópoli se ha posicionado al lado del pueblo palestino, como lo hacemos al lado de todas las comunidades oprimidas. Porque creemos en un mundo donde todas las personas —sean quienes sean, vivan donde vivan, amen a quien amen— puedan vivir libres de violencia, represión y exterminio.

No somos neutrales. Estamos del lado de la vida. Del lado de los pueblos que resisten. Del lado de los Derechos Humanos.

Madrid, 08 de agosto de 2025.

Asociación Arcópoli