Madrid, 12 de septiembre de 2025 – Arcópoli manifiesta su profundo rechazo a las declaraciones realizadas por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, durante la segunda jornada del Debate sobre el Estado de la Región. Sus palabras, en las que recurrió al homonacionalismo para justificar el genocidio contra la población palestina en Gaza, constituyen una manipulación intolerable del colectivo LGTBI+.

En su intervención, Ayuso afirmó:

“Todos los años hay competiciones internacionales, dónde participan decenas de países dónde la homosexualidad está perseguida y es un crimen. ¿Dónde están ustedes para boicotearles, para decirles que no participen en los juegos olímpicos o en según que sitios? Ahí están 60 países, tienen una larga lista para poner la pancarta, una larguísima lista.”

Ante esta declaración, desde Arcópoli recordamos que nuestra organización, ha denunciado reiteradamente la persecución contra personas LGTBI+ en todo el mundo. Sin embargo, utilizar esta realidad para intentar legitimar el genocidio en Gaza supone una falacia grave: los derechos LGTBI+ no pueden ser utilizados como comodín para justificar violaciones de derechos humanos en otro lugar. Equiparar la participación en unos Juegos Olímpicos con el silencio ante un genocidio es una comparación tramposa que ofende tanto a las víctimas del odio LGTBI+ como a la población palestina que sufre la violencia.

Más adelante, la presidenta señaló:

“Lo que sí que tengo claro es que el pañuelo palestino no es feminismo, que no es LGTBI y les animo a pasear unos días por Gaza y otros días por Telavi y que me cuenten homosexuales, transexuales y mujeres cómo se han encontrado en un sitio y cómo se han encontrado en el otro, tienen 500 kilómetros de túneles de Hamas para protegerse, que según de la categoría que se sea se les protege o no se les protege.”

Frente a esta afirmación, desde Arcópoli debemos responder con firmeza: hoy en Gaza no se puede pasear libremente porque la población civil está siendo bombardeada, desplazada y asesinada por el Estado de Israel, que impide incluso la entrada de ayuda humanitaria. Además, presentar Tel Aviv como un supuesto paraíso LGTBI+ ignora que allí mismo miles de personas palestinas –homosexuales, trans y también mujeres– sufren discriminación y violencia, tanto social como institucional. Israel ha recurrido sistemáticamente al pinkwashing, es decir, a mostrar avances parciales en derechos LGTBI+ para ocultar sus crímenes de guerra y su política de apartheid contra la población palestina. Utilizar las vidas de las personas LGTBI+ para sostener esta narrativa es una manipulación cruel que atenta contra nuestra dignidad y nuestros derechos.

En Arcópoli somos plenamente conscientes de las dificultades y violencias que atraviesan las personas LGTBI+ en distintos países. Pero esa realidad nunca puede ser usada como excusa para justificar un genocidio. Las culturas y las sociedades cambian: el cristianismo, durante siglos, persiguió y asesinó a las personas homosexuales, y todavía hoy, en países de mayoría católica, seguimos viendo crímenes de odio y violencia contra nuestro colectivo. Si el cristianismo pudo evolucionar, también lo podrán hacer sociedades en otros contextos, siempre desde la defensa de los derechos humanos y no desde la imposición violenta de un Estado genocida.

El Coordinador General de Arcópoli, Luis Fernando Rosales, lo resume con claridad:

“Apelar a los derechos de las personas LGTBI+ para justificar la muerte de miles de civiles palestinos, en su mayoría niños y niñas, es una manipulación obscena y un reflejo del desprecio de Ayuso hacia nuestro colectivo. En Arcópoli defendemos la vida y la dignidad de todas las personas: ni en Gaza, ni en Madrid, nuestros derechos servirán para justificar genocidios.”

Desde Arcópoli reiteramos nuestro compromiso con la defensa de los derechos humanos universales, inseparables entre sí, y denunciamos la utilización del colectivo LGTBI+ como arma política en discursos que blanquean crímenes de guerra.

Arcópoli