Por Enrique Arriols | Voluntario Arcópoli

 

El Día Mundial de los Refugiados, celebrado cada 20 de junio, es una fecha dedicada a honrar la fuerza y el coraje de millones de personas que han sido forzadas a abandonar sus hogares debido a conflictos, persecución o violaciones de los derechos humanos.

Este día sirve para aumentar la conciencia sobre la difícil situación de las personas refugiadas y para promover la solidaridad y la acción en su apoyo. Dentro de este grupo vulnerable, las personas refugiadas LGTBI+ enfrentan desafíos adicionales y específicos que a menudo pasan desapercibidos.

Las personas LGTBI+ que buscan refugio lo hacen no solo escapando de la guerra o la violencia generalizada, sino también de la discriminación severa y la persecución basada en su orientación sexual o identidad de género. En muchos países, ser abiertamente LGTBI+ es ilegal y puede resultar en castigos extremos, que van desde el encarcelamiento hasta la pena de muerte. Este contexto subraya la urgencia y la necesidad de una protección específica para este grupo dentro de la comunidad de personas refugiadas en general.

 

Desafíos únicos para las personas refugiadas LGTBI+

Las personas refugiadas LGTBI+ enfrentan una doble vulnerabilidad: por un lado, la condición de refugiadas; por otro, la discrimición debido a su identidad de género u orientación sexual.

En sus países de origen, estas personas pueden ser víctimas de violencia física, emocional y sexual, y de violaciones sistemáticas de sus derechos humanos. Además, muchas veces las autoridades y la sociedad civil no solo fallan a la hora de protegerlas, sino que también se convierten en actores directos de esta persecución.

A medida que huyen de estos entornos hostiles, las personas refugiadas LGTBI+ se enfrentan a una serie de obstáculos adicionales en su búsqueda de seguridad. En muchos casos, los países de tránsito o de destino tampoco tienen un entorno legal y social seguro para las personas LGTBI+. Esto puede implicar que estas personas continúen enfrentando discriminación y violencia en los campos de refugiados o en sus comunidades de acogida.

Además, es frecuente que carezcan de redes de apoyo sólidas, lo que exacerba su aislamiento y vulnerabilidad.

Reconocer estas necesidades específicas es crucial para proporcionar una protección adecuada y efectiva. Las agencias de refugiados y las organizaciones no gubernamentales deben asegurarse de que sus programas y políticas incluyan consideraciones específicas para las personas refugiadas LGTBI+, tales como acceso a atención médica adecuada, apoyo psicológico, y protección contra la violencia y la discriminación.

 

Historias de resiliencia: Migrando con Orgullo

Migrando con Orgullo es un programa de Arcópoli dedicado a proporcionar apoyo integral a las personas migrantes LGTBI+, incluidas también aquellas que migran con la condición de refugiadas. A través de una serie de servicios que incluyen asistencia legal, programas de integración, y apoyo psicológico y social, Arcópoli trabaja para asegurar que estas personas no solo encuentren un lugar seguro, sino que también puedan reconstruir sus vidas con dignidad y respeto.

 

Andrei: de la persecución en Rusia a la esperanza en España

Una de las historias más conmovedoras es la de Andrei, un refugiado LGTBI+ que huyó de Rusia y vino a España. Andrei llegó a España hace dos años y tres meses, justo cuando comenzó la guerra entre su país de origen y Ucrania. Siendo ruso con ascendencia ucraniana, la guerra fue la gota que colmó el vaso para él, llevándolo a huir de Rusia no solo por el conflicto, sino también por la situación crítica y peligrosa que afronta el colectivo LGTBI+ en Rusia. En los últimos años, la situación ha empeorado drásticamente, con leyes que catalogan oficialmente al colectivo LGTBI+ como extremistas.

Andrei llegó a España sin preparación alguna y sin saber hablar español, y se tuvo que enfrentar a numerosas dificultades desde el principio. El proceso de asilo fue especialmente duro. En medio del colapso del sistema de acogida, agravado por la guerra y la llegada masiva de personas en busca de refugio, Andrei tuvo que esperar cinco meses solo para obtener una cita previa con la policía.

Afortunadamente, Andrei encontró apoyo en España a través de cursos de español y acceso a una vivienda. Reflexionando sobre la experiencia, comenta que actualmente la situación es aún más complicada para quienes no hablan español, ya que el sistema ahora requiere sacar citas previas por teléfono, lo cual es prácticamente imposible sin el conocimiento del idioma.

A pesar de los desafíos, Andrei se siente profundamente agradecido por las oportunidades y el apoyo que ha recibido en España. Expresa con emoción su felicidad por estar vivo, libre y, finalmente, en un lugar donde puede ser él mismo sin temor a la persecución.

 

Liuba y Galina : de la censura rusa a la libertad creativa en Madrid

La historia de Liuba y su esposa Galina es una historia de lucha y resiliencia, y también de esperanza. Ambas llegaron a Madrid en abril de 2023 como refugiadas políticas desde Rusia. Liuba, productora de proyectos culturales, y Galina, compositora y profesora de música, se vieron forzadas a abandonar su país natal debido a la brutal persecución que enfrenta la comunidad LGTBI+ bajo el régimen de Putin.

En Rusia, las personas LGTBI+ son consideradas extremistas y terroristas, con leyes que prohíben su estilo de vida y que las condenan a la cárcel simplemente por vivir con la persona a la que aman. La Constitución rusa se ha modificado para permitir únicamente el matrimonio entre un hombre y una mujer, haciendo imposible cualquier reconocimiento legal para las parejas del mismo sexo.

Liuba y Galina, ambas declaradamente en contra de la política de Putin y la guerra contra Ucrania, se convirtieron en voces abiertas en las redes sociales, un acto de valentía en un país donde plataformas como Instagram y Facebook están prohibidas y catalogadas como organizaciones extremistas.

Galina compone música para producciones teatrales y operísticas, pero en Rusia sus obras han sido prohibidas. Su ópera sobre el feminicidio en Rusia es un claro ejemplo de cómo la censura del régimen afecta a la libertad de expresión artística. Por su parte, Liuba, que ha colaborado con marcas y proyectos internacionales, también se ha tenido que enfrentar a restricciones severas en su campo profesional.

La vida en el exilio no ha sido fácil para ellas. Al llegar te encuentras sin recursos, sin carrera y sin una red de apoyo cercana. El desafío de empezar de nuevo en un país extranjero es enorme. Especialmente en el ámbito artístico, donde la estabilidad y las conexiones son cruciales. A pesar de estos obstáculos, Liuba y Galina han encontrado en España un lugar de libertad y seguridad que les permite ser ellas mismas y expresar sus valores y forma de pensar abiertamente.

La transición a España les ha permitido participar en la vida cultural de Madrid, y aunque todavía siguen enfrentando dificultades financieras, ambas están profundamente agradecidas por la hospitalidad y el apoyo que han recibido. El año pasado fue la primera vez que participaron en el Orgullo, una experiencia inédita para ellas, ya que en Rusia nunca se ha permitido un evento similar.

Liuba y Galina destacan la importancia del sistema social español, que les ha brindado una sensación de seguridad y pertenencia desde el primer momento en que pisaron suelo español. La generosidad y el calor humano que han encontrado aquí les ha proporcionado un nuevo hogar y una esperanza renovada para el futuro.

La historia de Liuba y Galina es un testimonio inspirador de la capacidad humana para resistir y florecer a pesar de las adversidades. Su deseo es poder continuar sus carreras y contribuir a la vida cultural de España, llevando al mundo valores humanistas a través de su arte y mejorando la vida de las personas con su trabajo.

 

Un mensaje para la esperanza

Los testimonios y los desafíos de las personas refugiadas LGTBI+ subrayan la importancia de una acción continua y decidida a su favor. La lucha por los derechos de estas personas no termina cuando encuentran refugio; más bien, inicia una nueva etapa en la que necesitan reconstruir sus vidas en un entorno seguro.

Programas como Migrando con Orgullo han demostrado que el apoyo adecuado puede transformar vidas. Sin embargo, para que más personas refugiadas LGTBI+ puedan beneficiarse, es esencial el esfuerzo conjunto de toda la sociedad. Apoyar este tipo de iniciativas significa contribuir a un futuro donde todas las personas puedan vivir seguras y sin temor a la discriminación o la persecución.

En este Día Mundial de los Refugiados, tengamos muy presente a todas las personas que han tenido que abandonar sus hogares en busca de algo tan básico como seguridad y dignidad. Es un momento para reflexionar sobre nuestras responsabilidades y renovar nuestro compromiso con la protección y el apoyo a todas las personas refugiadas, incluyendo aquellas de la comunidad LGTBI+. Unidas, podemos construir un mundo más digno y justo para todas.

 

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